Estas ultimas semanas estoy leyendo más que nunca el término brecha digital, y en diferentes ámbitos, como consecuencia de la pandemia que seguimos viviendo estos días.
En educación, podemos hablar de diferentes tipos de brechas, no sólo digitales, también y quizá más importante, la brecha social. Pero, volviendo a la brecha digital, en educación no podemos simplificarla al hecho de tener o no acceso a Internet, o de contar con medios tecnológicos, si no que hay que considerar, también, otros aspectos a tener en cuenta, como la alfabetización digital, que conllevaría directamente a la brecha de conocimiento digital, y ésta a la inevitable pregunta: ¿para qué quiero, por ejemplo, una tablet si no sé utilizarla?
Por otro lado, me sorprende como hablamos de éxito o fracaso escolar. Con demasiada ligereza. Como si de ello dependiera tener un buen futuro, trabajo, salud, estabilidad emocional… No digo que no haga falta, no, pero dadas las circunstancias en las que nos encontramos actualmente, y no tan actualmente, tengo mis dudas.
Éxito escolar no es sinónimo de éxito laboral, por poner un ejemplo. Sólo echando un vistazo entre algunas grandes figuras y genios de la historia de la humanidad podemos descubrir que no fueron grandes estudiantes, precisamente, en sus años mozos.
Éxito: Del lat. exĭtus ‘salida’.m. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc. m. Buena aceptación que tiene alguien o algo. m. p. us. Fin o terminación de un negocio o asunto.
Real Academia Española (RAE)
Fracaso: De fracasar. m. Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio. m. Suceso lastimoso, inopinado y funesto. m. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento. m. Med. Disfunción brusca de un órgano.
Real Academia Española (RAE)
Éxtito y fracaso, dos caras de la misma moneda, más bien, nada relacionadas con la educación en sí misma, si atendemos a estas definiciones.
Bien, uno de los aspectos que frecuentemente se relacionan con el «éxito o fracaso escolar» es la brecha digital anteriormente citada, sobretodo si tenemos en cuenta que estamos inmersos en la denominada era tecnológica.
El Covid-19 no sólo ha dejado en jaque al sistema sanitario, muy debilitado ya por los recortes sufridos durante años, sino que también ha dejado en evidencia el sistema educativo.
Los dispositivos tecnológicos prestados, las tarjetas de conexión 4G, para atajar la brecha digital entre el alumnado, conjuntamente con medidas dirigidas hacia el profesorado, como facilitar herramientas informáticas y formación específica, que les permita afrontar la evaluación del tercer trimestre de una forma totalmente on-line, no asegura el aprendizaje del alumnado, la calidad de la enseñanza, o ese tan añorado por algunos «éxito escolar» ya que no se han tenido en cuenta esos otros aspectos anteriores comentados, como son la alfabetización digital o la brecha social.
Es momento de aprender de esta situación tan nueva para nosotros, que ha irrumpido en nuestras vidas sin permiso y que, amenaza con quedarse, al menos, unos meses más, obligando a empezar el curso 2020-2021 tal y como hemos acabado el presente, a punto de terminar, de manera on-line. Es momento de tomar medidas y diseñar planes que realmente, y una vez por todas, mejoren el sistema educativo, y acaben con toda brecha existente, digital, y por supuesto, social.
Natalia Simón 🌙